miércoles, 17 de junio de 2009

5.5 Teatro.

Fotografía: escenificación del Rusiseñor y la Rosa de Wild
Es, con mucho, el género más conservador. Ello es así por las características intrínsecas del arte dramático; de ellas, la más influyente en ese sentido reaccionario es la de su representatividad: montar una obra de teatro no es, por lo general, barato y la figura del empresario siempre ha procurado arriesgar lo justo, o sea, nada. De ahí que, una vez conseguida la fórmula del éxito, la comedia de tramoyas (un precedente actual del moderno cine de acción y fantasía, el rey de la taquilla contemporánea), esta se recicle una y otra vez, adquiriendo de manera poco que nominal el apellido de los movimientos literarios en boga, como sucede ya con el drama romántico, hegemónico en todo el siglo XIX, desde, al menos, el estreno de Don Carlos (1787), de Schiller, obra en la que se consagra el ideal del héroe iconoclasta [El Fausto de Goethe, posterior, pertenece al género híbrido de La Celestina]. Victor Hugo será uno de los dramaturgos románticos más imitados, especialmente desde su drama Hernani.Es en la comedia de costumbres de finales del siglo XIX cuando se empiezan a advertir las primeras señales de cambio: el irlandés Wilde compone varias piezas de humor chispeante, con un uso del lenguaje que insinúa ya las Vanguardias.En cualquier caso, es el teatro nórdico de Ibsen y Strindberg el que se considera como revolucionario. Casa de muñecas del primero, y La señorita Julia, del segundo, se ocupan de problemas sociales acuciantes -la situación de la mujer- con una instrospección psicológica muy acusada. Otro dramaturgo excepcional es el ruso Chejov, autor de Tío Vania.En la primera mitad del siglo XX coinciden un grupo de dramaturgos -Brecht, Pirandello, Jarry, o el español Valle-Inclán- que luchan más o menos exitosamente, y de forma aislada, por innovar la escena teatral. Los frentes de lucha afectan al lenguaje, la escenografía, la coreografía, la fusión con otras artes (como el cine), las temáticas, etc.Después de la inmensa catástrofe que es la II Guerra Mundial, surge la corriente llamada teatro del absurdo, la cual ha sido, finalmente, capaz de absorber todas las características del Vanguardismo. Su precursor es Artaud, el teórico del "teatro del grito"; quizás el más conocido de los absurdos sea Ionesco, quien en La cantante calva utiliza un manual de idiomas como modelo para el diálogo de los personajes.Piezas de mucha mayor entidad son Caligula de Camus, y, sobre todo, Las criadas, de Genet, reflexiones demoledoras sobre el poder y la corrupción.

Madame Bovary. Flauvert.




Argumento:




Primera parte: Origen pequeño burgués rural de Charles Bovary, infancia e influencia de la madre en su temperamento y educación. Charles se recibe a fuerza de empeño como médico y su madre le casa con la viuda Heloise, de aparente buena dote. Conoce a Emma Rouault, hija de un paciente, de la que prontamente se enamora. La mujer de Charles muere súbitamente y Charles a instancias del padre de Emma se casa con ella en medio de una exuberante fiesta campestre. Al poco tiempo son invitados a una fiesta de la alta sociedad en donde Emma puede comparar ese estilo de vida que siempre habia querido con el que tiene. Emma se desencanta y literalmente enferma de la sencilla y llana vida que le ofrece su nada romántico marido. Charles en busca de una solución y sin nunca sospechar la verdadera causa de la enfermedad de Emma, migra con ésta desde Tostes a la ciudad de Yonville. Emma se encuentra embarazada.
Segunda parte: En Yonville los Bovary conocen a Homais, el farmacéutico, y a su hospedado y practicante de leyes León, amante de la música y literatura, un romántico que inmediatamente hace sinapsis con Emma forjándose una amistad que se torna en amor mutuo no confeso. Nace la hija de Emma siendo encargada tempranamente a una nodriza. Emma toma distancia de León y éste confuso y desilusionado emigra a Paris. Emma vuelve a caer enferma del alma, tal como lo hiciera por primera vez en Tostes. Imbuida de frustración y languidez conoce al señor Rodolphe Boulanger de la Huchette en el cual Emma ve reflejados sus ensueños románticos. Se hacen amantes y Emma comienza a gastar dinero desmesuradamente en lujos. Emma planea la huida de ambos, Rodolphe la abandona. Emma cae nuevamente enferma, en su lenta recuperación se reencuentra con León en una obra de teatro.
Tercera parte: Comienza el romance de Emma con León, paralelo a ello Emma sigue endeudándose hasta que la situación financiera de los Bovary (sin nunca sospecharlo Charles) se torna insostenible. Al encontrarse abandonada por sus amantes y rodeada de gente que realmente no ama, Emma toma la decisión de suicidarse con arsénico. Charles finalmente se da cuenta de todo, la perdona y luego muere de amor.

Jane Austen. Orgullo y prejuicio.


Jane Austen (16 de diciembre de 1775 – 18 de julio de 1817) fue una destacada novelista británica, que vivió durante el período de la regencia, es decir entre la época georgiana y la victoriana. La ironía que emplea para dotar de comicidad a sus novelas hace que Jane Austen sea contada entre los "clásicos" de la novela inglesa, a la vez que su recepción va, incluso en la actualidad, más allá del interés académico, siendo leídas por un público más amplio.


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Orgullo y prejuicio:


Orgullo y prejuicio (en inglés, Pride and Prejudice) es la más famosa de las novelas de Jane Austen. Se publicó por primera vez el 28 de enero de 1813 como una obra anónima, sin que figurara el nombre de su autora. Es una de las primeras comedias románticas en la historia de la novela y su primera frase es una de las más famosas en la Literatura inglesa—It is a truth universally acknowledged, that a single man in possession of a good fortune, must be in want of a wife. (Es una verdad universalmente reconocida que todo hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita esposa).
Es una novela de desarrollo o educación personal, en la que las dos figuras principales, Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, cada uno a su manera y, no obstante, de forma muy parecida, deben madurar para superar algunas crisis, aprender de sus errores para poder encarar el futuro en común, superando el orgullo de clase de Darcy y los prejuicios de Elizabeth hacia él.
El tema de una historia amorosa con final feliz, el tratamiento que le da y las expectativas del lector actual respecto a la literatura aseguran aún una gran atención a esta novela de hace dos siglos. Es una de las obras más conocidas de la literatura inglesa, gracias a innumerables ediciones, algunas películas (como Orgullo y prejuicio, de 2005), e incluso su reescritura en forma de un musical de Broadway (1959).


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5.4 Narrativa.

El XIX es el siglo de oro de la narrativa universal. Diferentes escuelas, como la rusa, la francesa o la inglesa, dan como frutos algunas de las mejores novelas que se han escrito nunca. Es interesante señalar, además, el auge de la novela por entregas o folletín, ejemplo máximo de la literatura de masas. Autores como Dumas, Dickens o Hugo emplearán esta exitosa fórmula editorial, y se convertirán en los antecesores de los actuales best-sellers.
El auge de la novela como género, que comienza en el siglo XVII, acabará por dar origen al término "romanticismo". Las primeras novelas, aparte del citado "Werther", inciden sobre la peripecia y los protagonistas desgraciados: la "Pamela" de Richardson. Es habitual el exotismo temporal y espacial.
Merece mención especial el también narrador ruso Pushkin, autor de Eugenio Onegin, un segundo y exitoso Werther.
El momento que podemos considerar como cumbre coincide con la segunda mitad del siglo XIX; es decir, el periodo que la historia de la Literatura identifica como "Realismo". Sin embargo, apuntes de realismo se apreciaban ya en las novelas románticas de Stendhal y Austen.La novela fundacional es "Madame Bovary" de G. Flaubert. Su argumento es un adulterio en un medio burgués de clase media y será imitada -aunque no superada- con altísimos logros artísticos, como "Ana Karenina" de Tolstoi o "La Regenta" de Clarín.
La superación del Realismo se intentará ya con el "Naturalismo", que defiende la novela de tesis ("Teresa Raquin" de Zola) y se logrará definitivamente con la aplicación de las teorías vanguardistas a la novela experimental del siglo XX. la mayor aportación será la "corriente de conciencia" o "monólogo interior" que, con mayor o menor radicalidad, muestra el flujo libre de pensamiento de los protagonistas de las novelas: ejemplo famoso es el monólogo de Molly Bloom en el "Ulises" de Joyce.

Correspondencias. Baudelaire.


Correspondencias:


La naturaleza es un templo de vivientes pilares

que dejan salir a veces confusa palabras;

el hombre lo recorre a través de bosques de símbolos

que le observan con miradas familiares.

Igual que largos ecos que a lo lejos se confunden

en una tenebrosa y profunda unidad,

vasta como la noche y como la claridad,

los perfumes, los colores, y los sonidos se responden.

Hay perfumes frescos como carnes de niños,

dulces como los oboes, verdes como los prados,

-y otros corrompidos, ricos, triunfantes,

que tienen la expansión de las cosas infinitas,

como el ámbar, el almizcle, el benjuí y el incienso,

que cantan los arrebatos del espíritu y de los sentidos.

Mary Shelley. Frankenstein.


ARGUMENTO:

La novela narra la historia de Víctor Frankenstein, un joven suizo, estudiante de medicina en Ingolstadt, obsesionado por conocer "los secretos del cielo y la tierra". En su afán por desentrañar "la misteriosa alma del hombre", Víctor crea un cuerpo a partir de la unión de distintas partes de cadáveres diseccionados. El experimento concluye con éxito cuando Frankenstein, rodeado de sus instrumentos, infunde una chispa de vida al monstruoso cuerpo. (Cabe señalar que el "Monstruo de Frankenstein", se le conoce en la cultura popular como Frankenstein pero en realidad en toda la obra dicho ser no posee un nombre real, tan sólo apelaciones como "ser demoníaco", "engendro", "la criatura", "horrendo huésped").
Víctor Frankenstein comprende en ese momento el horror que ha creado, rechaza con espanto el resultado de su experimento y huye de su laboratorio. Al volver a él, el monstruo ha desaparecido y él cree que todo ha concluido. Pero la sombra de su pecado le persigue: el monstruo tras huir del laboratorio, siente el rechazo de la humanidad y despiertan en él el odio y la sed de venganza. Tras un período de convalecencia debido al exceso de trabajo, y después de enterarse del asesinato de su pequeño hermano, William, Víctor regresa a su Ginebra natal con su familia y su prometida, sólo para descubrir que detrás del crimen está el furor de la criatura que él ha traído a la vida. La culpa de Víctor se hace mayor cuando permite que una amiga de la familia sea condenada y ejecutada, acusada del crimen.
Decide ir a la montaña para recuperar su decaído ánimo. Cerca del Montblanc se encuentra de nuevo con el monstruo. Éste le cuenta cómo aprendió a hablar espiando secretamente a una familia a la que ofrecía pequeños regalos en forma anónima, y cómo la familia le rechazó al descubrir su aspecto físico, rechazo que se repitió ante cada encuentro con seres humanos. Ahora, la criatura promete no volver a entrar en la vida de Víctor, pero le pide, como quien pide a su creador, que complete su obra y cree una compañera para él.
Su discurso y sus motivos son tan elocuentes que Víctor accede a la petición y promete crearle una compañera. En una isla de Escocia establece un nuevo laboratorio. Allí comienza de nuevo a experimentar. Pero sus remordimientos son fuertes y al final decide destruir la segunda creación antes de llegar a darle vida. Entonces el monstruo, que sigue de cerca los trabajos de Víctor, jura vengarse. Esta venganza tendrá la forma del asesinato de su mejor amigo y, después, de Elizabeth, la prometida de Víctor en la noche de bodas de ambos, por todas estas muertes a su familia Alphonse, padre de Victor fallece.
Decidido finalmente a terminar con su creación, Víctor persigue a la criatura hasta el confín del mundo. Muere en un barco que le recoge entre los hielos del Ártico. Poco después de la muerte de Víctor, el barco es abordado por la propia criatura que termina de relatar sus motivos y triste historia al capitán. La novela termina con la confesión de la criatura de que pondrá fin a su miserable existencia: "No tema usted, no cometeré más crímenes. Mi tarea ha terminado. Ni su vida ni la de ningún otro ser humano son necesarias ya para que se cumpla lo que debe cumplirse. Bastará con una sola existencia: la mía. Y no tardaré en efectuar esta inmolación. Dejaré su navío, tomaré el trineo que me ha conducido hasta aquí y me dirigiré al más alejado y septentrional lugar del hemisferio; allí recogeré todo cuanto pueda arder para construir una pira en la que pueda consumirse mi mísero cuerpo."
La novela es narrada a través del diario del navegante Robert Walton durante su comunicación epistolar con su hermana Margaret. Finalmente la historia termina siendo el relato de Victor contado en las palabras de Walton.

5.3 La poesía.







Como la más alta expresión de individualidad, el poeta romántico exaltará en sus poemas el sentimiento, la pasión desenfrenada, el malditismo, pero también la lengua nacional o el origen de los pueblos.
Es curioso que, una vez instaurado el estado burgués, los artistas se sientan incómodos con él. De ahí el apartamiento de la sociedad, la búsqueda de refugio en el exotismo -sea espacial o temporal- y los paisajes solitarios, salvajes o fúnebres, así como las fantasías de ultratumba.
El poema Kubla Khan de Colleridge expresa como pocos el espíritu romántico. Al parecer, el poeta lo compuso hacia 1800 bajo el influjo de las drogas. Estas, con su capacidad para despertar las ensoñaciones, serán guía predilecta de numerosos artistas, e incluso algunas de ellas serán distintivas de determinados movimientos, como la absenta de los modernistas.
Otros poetas importantes son los ingleses Shelley -el marido de Mary-, Keats y Lord Byron, los alemanes Heine y Hölderlin o el italiano Leopardi.
Un generación posterior es la de los parnasianos y simbolistas franceses. Baudelaire, con su poemario Las flores del mal (1857) revoluciona la sociedad bienpensante hasta el punto de ser procesado (como lo será el novelista Flaubert por Madame Bovary).
Mallarmé, Verlaine, etc. profundizan en la veta simbolista que iniciara el propio Baudelaire con su poema Correspondencias (Estos autores ejercieron una influencia directa sobre el Modernismo hispano). La separación entre significante y significado, característica esencial del símbolo, se agudiza en los años finales del XIX y primeros del XX, dando lugar a las imágenes vanguardistas, donde las palabras, separadas de un contexto inteligible, no apelan a significados superiores sino que buscan producir sensaciones o emociones inefables en el lector. Existe, pues, un reforzamiento de la función poética, de modo que la palabra, como significante, queda exenta de su significado -salvo la connotación- y se manipula como si fuera un objeto; de ahí, los caligramas de Guillaume Apollinaire o cualquier otra manifestación experimental de distribución del texto.

Los sufrimientos del joven Werther.


Fragmento de Los sufrimientos del joven Werther.


Anoche tuve que salir. De repente, había empezado un tiempo de deshielo: oí decir que el ríose había salido, que todos los arroyos iban crecidos, inundando mi querido valle desde Wahlheim para abajo. Por la noche, después de las once, me precipité fuera. Una escena terrible, ver caer desde las rocas abajo las ondas enfurecidas a la luz de la luna, sobre los campos y praderas y setos y todo, dejando el ancho valle, arriba y abajo, como un solo mar bajo el zumbar del viento. Y cuando luego la luna volvió a salir y descansó sobre las nubes negras, ante mí corría el río con reflejo espléndido y temible, resonando:¡entonces me invadió un escalofrío y, de nuevo, un anhelo!¡Ay, con los brazos abiertos me detuve ante el abismo, y respiré, sintiendo lo hondo, y me perdí en la delicia de precipitar allá mis tormentos, mis dolores, de perderme mugiendo como las olas! ¡Ah, pero no pude levantar los pies del suelo, para terminar todos los tormentos! ¡Mi hora no ha sonado todavía, me doy cuenta!



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5.2. Literatura europea.


De los tres elementos fundamentales del nuevo arte, dos, la razón y el sentimiento, pugnarán por la primacía en las sucesivas modas literarias, en tanto que el tercero, la originalidad, será un motor cada vez más potente, hasta llegar a ensorceder durante el periodo de las Vanguardias.
La razón y el sentimiento tienen en un principio una convivencia incruenta; la primera da su esencia al racionalismo ilustrado, con Voltaire, Montesquieu y Diderot a la cabeza, y su fruto más ilustre quizás sea la Enciclopedia. El sentimiento, por su parte, se cultiva entre los poetas del rococó que, por lo general, podemos considerar menores.
Sin embargo, la sensiblería rococó tiene mucho que ver en la exaltación del sentimiento que se produce con la publicación del Werther (1774), de Goethe, la cual pudiera ser una de las piezas literarias más influyentes - !de toda la historia de la literatura!- desde el punto de vista social -se dice que no menos de 2000 lectores se suicidaron-, pues consagra la figura del inadaptado social. Este ropaje mutará, sin alterar su esencia, en las generaciones siguientes: románticos, bohemios, decadentistas, modernistas o melenudos, vanguardistas, surrealistas...
Lo cierto es que las peculiaridades técnicas de los géneros influirán también en el predominio de cada uno de los elementos. Así, la novela se plegará con mayor dificultad a las exigencias de la originalidad; y la poesía, por su parte, no aceptará con facilidad los presupuestos de la razón. El teatro, a su vez, y por su carácter empresarial, adoptará tardíamente las innovaciones formales.

martes, 16 de junio de 2009

5.1 Introducción.

Como dice Félix de Azúa, el hombre del siglo XVIII es ya un ciudadano de nuestro tiempo, pero con las comunicaciones de la Edad Media; como si nosotros, de repente, quedáramos aislados y sin posibilidad de escape en un país sin coche, teléfono o televisión.
Ya no es el ser inocente y crédulo de las épocas pasadas, pues la recuperación del pasado antiguo de Europa no ha sido un ejercicio inocuo. No sólo se ha de tomar de Grecia su arquitectura, escultura o poesía dramática, pues, piensa el filósofo dieciochesco, quizás su mayor enseñanza sea la democracia. No podrá sostenerse, por tanto, que los hombres son desiguales de nacimiento y ello acabará con el rey de Francia decapitado.
Pero no sólo la reflexión política será la responsable del cambio. La sociedad también ha cambiado y son determinantes el papel de la clase empresarial -la burguesía, por lo general, pero también la nobleza en Inglaterra- y el desarrollo de la industria, con el consiguiente nacimiento de la clase obrera, y el crecimiento desmesurado de las ciudades (proceso que sigue muy activo). La aplicación de las innovaciones industriales a la industria editorial favorecerá el progresivo desarrollo de un nuevo fenómeno: la literatura para las masas.
La permeabilidad relativa del nuevo sistema social incide profundamente sobre el individuo en sí, y su emancipación de las ataduras del estamento y de moral para acogerse sólo a la religión del dinero, explican en parte que sea el hombre común y su psique los protagonistas del nuevo arte. Este individualismo visceral provocará que la búsqueda de la originalidad, como expresión suprema del individuo, sea el motor fundamental del arte de las dos últimas centurias. En la literatura esto es fundamental, pues la nueva encarnación del amor cortés, el sentimentalismo romántico, acabará por dar lugar a una nueva hermeneútica, el surrealismo.
Sólo en apariencia contradictorio es que nuevos movimientos gregarios sustituyan al Antiguo Régimen: los individuos buscan en sus semejantes características comunes, y entre ellas, predominarán las de lengua y nación. Es el surgimiento del Nacionalismo.
Son ya otros seres los que habitan el mundo, y empiezan a confiar en la razón como guía de la existencia, relegando la fe al ámbito de la superstición.

5. Edad Contemporánea. Desde el siglo XVIII hasta las Vanguardias.


4.2.4. Otros géneros. El ensayo.

La progresiva implantación de las lenguas vernáculas como transmisoras de la alta cultura llegó con algo de retraso en lo que se refiere a la prosa científica, pues conviene no olvidar que la universidad siguió exigiendo el latín para sus comunicaciones hasta bien entrado el siglo XIX.Sin embargo, numerosas piezas especulativas de importancia capital se irán publicando en la Edad Moderna. Son fundamentales, ya en el siglo XV, los Diálogos de Amor, del hebreo hispano-italiano León Hebreo, que, con el Diálogo de amor de Marsilio Ficino, constituyen la base neoplatónica de la poesía petrarquista del renacimiento europeo.Fue precisamente el diálogo un subgénero de preferencia para los humanistas, pues subrayaban con su elección la recobrada importancia de la filosofía platónica. Una pieza deliciosa son las Conversaciones sobre la pluralidad de los mundos, de Didier de Fontenelle (1686)El tratado aristotélico tampoco fue desdeñado,y quizás la aportación más importante sea el Discurso del método de Descartes.Pero si hay una obra decididamente revolucionaria son los Ensayos del francés Michel de Montaigne, escritos a capricho y fantasía del autor, y con una actitud de diálogo con el lector. Su influencia sobre la literatura del futuro será decisiva.

4.2.3. Lírica. Géneros mixtos: la égloga.


Característica universal de la poesía europea de la Edad Moderna es el triunfo del petrarquismo. Ingleses, franceses, españoles contribuyen masivamente a la moda del soneto y a la reiteración abusiva de los tópicos grecolatinos del Carpe diem y su variante Collige virgo rosas, así como del Beatus ille.
En la evolución de la poesía hacia el Barroco, es fundamental la búsqueda de una nueva expresión: viejos conceptos con nuevas palabras, en suma, pues la sustancia no cambia apenas. Se seguirá cantando la belleza de la amada y, si acaso, se apelará con mayor frecuencia a la carnalidad.
Esa intención de expresarse de manera rebuscada quizá alcanza su máxima intensidad en los cultismos españoles (
culteranismo y conceptismo). Otras manifestaciones son el marinismo italiano, el eufuismo inglés y el preciosismo francés.
La
égloga, como el diálogo que veremos luego, es un género especial de esta época. El modelo clásico es Virgilio, y es una interpretación -más interesada que equivocada- de su égloga IV lo que entronizará el género como uno de los superiores que puede tocar todo poeta, pues su cultivo lo alinea con los profetas y los que, en general, han sido elegidos por los dioses para dar testimonio.De ahí el carácter alegórico de estas piezas pastoriles, en las que los personajes esconden a nobles y las lecturas en segunda instancia ofrecen significados más complejos. Los ejemplos señeros son las de Garcilaso.

4.2.2. Teatro.


En el teatro europeo de la Edad Moderna será determinante el debate aristótelico; es decir, la polémica entre los que exigen que se respeten las recomendaciones de Aristóteles sobre el teatro -regla de las tres unidades, etc.- y los que, puestos a contentar al público, como Lope de Vega, prefieren aplicar lo que les dicta la experiencia.
Seguir las reglas aristótelicas en pleno Renacimiento tiene su importancia, pues no conviene olvidar que lo que se pretende, al menos teóricamente, es recuperar la dramaturgia clásica.
En ese sentido, los primeros intentos italianos datan del siglo XV: la
Fábula de Orfeo, de Angelo Poliziano, es, en cierto modo, un antecedente de la ópera, y los primeros ejemplos plenos de esta nueva forma musical, Dafne de Marco da Gagliano y Euridice de Peri (hacia 1600) serán tentativas declaradas de resucitar el teatro clásico.

http://www.youtube.com/watch?v=h8fVyE1ECK8
Aparte de esa línea académica, en Italia hay otra popular, la Comedia del Arte, que se basa siempre en los mismos personajes: Polichinela, Colombina, Pantalone, etc.
Los teatros nacionales más importantes serán, no obstante, el inglés, el español y el francés, ya en el siglo XVII. En los dos primeros predomina la forma anticlásica de la
tragicomedia, en tanto que en el francés se intentará una clara distinción genérica.
Shakespeare es uno de los grandes genios de la cultura occidental -siempre que su papel no haya sido el de un testaferro-. Personajes como Hamlet, Macbeth, Ofelia, Marco Antonio, etc., son arquetipos de la caracterización dramática.Otros autores importantes son Johnson, con su comedia Volpone, o Marlowe, otro gran trágico.
En Francia, hay gigantes trágicos como Racine -Fedra, Británico...- y cómicos, como
Moliere, cuyas obras, ya desde el título, abogan por una función también catárquica para la comedia: El avaro, El burgués gentilhombre, El enfermo imaginario, Tartufo o el hipócrita...

lunes, 15 de junio de 2009

4.2.1. Narrativa. La épica. La novela.


La novela corta, en la que el modelo propuesto por Boccacio en el Decamerón es universalmente seguido, tiene excelentes ejemplos no sólo en la literatura española -la novela picaresca, la sentimental, la morisca...-. Este género llegará a su madurez con la citada La princesa de Cleves, de Madame de Lafayette.Una novela muy influyente será la Arcadia, del italiano Sannazaro, que inicia la moda del libro pastoril. Sus protagonistas, inmersos en una naturaleza idealizada y primaveral y poseídos por el amor de una manera muy cortesana, entretienen el tiempo contando historias breves (novelas cortas, al fin y al cabo, como las novelas ejemplares del Quijote, otro libro, que no novela).Otro género de libro, los de caballerías, herederos de la épica caballeresca de la Edad Media, tendrán un éxito extraordinario. El más conocido es el Amadís de Gaula, de Garci Rodríguez de Montalvo.La épica en verso conoce un nuevo renacer gracias a la fama del Orlando furioso, de Ariosto, que es una nueva ficción sobre el Cantar de Roldán. Se relatarán también epopeyas reales, como la de los descubridores portugueses en Os Lusiadas, de Camoes, o de los conquistadores españoles (la Araucana, de Ercilla); o las cruzadas, en la influyente Jerusalen liberada, de Tasso. Incluso se tratarán temas bíblicos y morales: el Paraíso perdido, de John Milton.

Pierre de Ronsard.


Pierre de Ronsard (Castillo de la Possonière, Couture-sur-Loir, 11 de septiembre de 1524 – Saint-Cosme-en-l'Isle, cerca de Tours, 27 de diciembre de 1585) fue un escritor y poeta francés del Siglo XVI.
Se le conoció como "el príncipe de los poetas" de Francia.


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Soneto para Helena.


Quand vous serez vien vieille, au soir, à la chandelle,

Assise auprès du feu, dévidant et filant,

Direz, chantant mes vers, en vous émerveillant:

Ronsard me célébrait du temps que j'étais belle.

Lors, vous n'aurez servante oyant telle nouvelle,

Déjà sous le labeur à demi sommeillant,

Qui au bruit de mon nom ne s'aille réveillant,

Bénissant votre nom de louange inmortelle.

Je serai sous la terre et fantôme sans os:

Par les ombres myrteux je prendrai mon repos:

Vous serez au foyer une vieille accroupie,

Regrettant mon amour et votre fier dédain,

Vivez, si m'en croyez, n'attendez à demain:

cueillez dès aujourd'hui les roses de la vie. Sonnets pour Hélène, 1587.


En español:

Vecida por los años, en la dulce tibieza

del hogar y la luz lbos copos hilando,

dirás embelesada mi versos recordando:

Ronsard cantó los días de mi feliz belleza.

Ya no habrá quién recoja de tu voz la tristeza,

ni esclava soñolienta que el percibir el blando

rumor en que me nombras, dichosa despertando

con férvida alabanza bendiga tu realeza.

Mi cuerpo bajo tierra, tan sólo ya mi alma

yagará de tus mirtos umbrosos en la calma,

mientras tú, cerca la fuego, te acoges aterida.

Y has de llorar entonces esa altivez insana....

no te niegues, escúchame, no esperes a mañana:

ciñete desde ahora las rosas de la vida.

William Shakespeare.


William Shakespeare (Stratford-upon-Avon, c. 26 de abril de 1564jul. - Stratford-upon-Avon, 23 de abril/ 3 de mayo de 1616) fue un dramaturgo, poeta y actor inglés. Conocido en ocasiones como el Bardo de Avon (o simplemente El Bardo), Shakespeare es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal.



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Aquí tenemos un poema de Shakespeare traducido al español:

Los ojos de mi señora no se parecen en nada al sol;
el coral es mucho más rojo que el rojo de sus labios;

si la nieve es blanca, ¡vaya! entonces tiene los

pechos morenos; si los cabellos son hebras, hebras

negras le crecen en la cabeza; he visto rosas de

Alejandría, rojas y bancas, pero de esas rosas no le

veo en las mejillas; y en algunos perfumes hay más

deleite que en el aliento que de mi señora emana;

adoro oírla hablar, pero bien sé que la música tiene

un sonido muchísimo más placentero; admito que

nunca vi caminar a una diosa (mi señora cuando

anda pisa el suelo). Y, sin embargo, por el cielo

tengo a mi amor por tan extraordinaria como

cualquiera a la que contradijo con falsa comparación.



Fragmento de Romeo y Julieta. Obra de teatro.










Julieta:- ¡Oh Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? Niega a tu padre y rehusa tu nombre; o, si no quieres, júrame tan sólo que me amas, y dejaré yo de ser una Capuleto.

Romeo:- (Aparte) ¿Continuaré oyéndola, o le hablo ahora?

Julieta:- ¡Sólo tu nombre es mi enemigo! ¡Porque tú eres tú mismo, seas o no Montesco! ¿Qué es Montesco? No es ni mano, ni pie, ni brazo, ni rostro, ni parte alguna que pertenezca a un hombre. ¡Oh, sea otro nombre! ¿Qué hay en un nombre? ¡Lo que llamamos rosa exhalaría el mismo grato perfume con cualquiera otra denominación! De igual modo Romeo, aunque Romeo no se llamara, conservaría sin este título las raras perfecciones que atesora. ¡Romeo, rechaza tu nombre; y a cambio de ese nombre, que no forma parte de ti, tómame a mi toda entera!

Romeo:- Te tomo la palabra. Llámame sólo “amor mío” y seré nuevamente bautizado. ¡Desde ahora mismo dejaré de ser Romeo!

Julieta:- ¿Quién eres tú, que así, envuelto en la noche, sorprendes de tal modo mis secretos?

Michel de Montaigne. Ensayos.


Michel Eyquem de Montaigne o más simplemente Michel de Montaigne (nacido en Burdeos el 23 de febrero de 1533 en el château de Montaigne en Saint-Michel-de-Montaigne, Dordogne, muerto el 13 de septiembre de 1592) fue un filósofo, escritor, humanista, moralista y político francés del Renacimiento, autor de los Ensayos, y creador del género literario conocido en la época moderna como ensayo.


Capítulo LV: De los olores

Cuéntase de algunos hombres, como de Alejandro el Grande, que su transpiración esparcía un olor suave, por virtud de una complexión rara y extraordinaria. Plutarco y otros escritores buscaron la causa de semejante singularidad; mas la generl onstitución del cuerpo humano demuestra lo contrario, y la cualidad más ventajosa que éstos puedan poseer, es la de estar exentos de todo aroma. La dulzura misma del aliento más puro, nunca es más perfecta que cuando no tiene olor alguno que nos sorprenda, como ocurre con los niños sanos.


Extracto del libreo de Michel de Montaigne "Ensayos".

Pncha aquí y podrás leer los Ensayos de Michel de Montaigne.

4.2 Literatura Europea.


Sigue existiendo, como en la Edad Media, ese mar de literatura en latín, si bien ya no es tan profundo. Son fundamentales los trabajos del holandés Erasmo, así sea el Enchiridion (un espejo de "caballero cristiano") como el satírico Elogio de la locura. Este último es una pieza revolucionaria, de enorme influencia en la literatura y el pensamiento occidentales.Su contemporáneo y amigo Tomás Moro, inglés, publicó otro libro esencial, Utopía, sobre una sociedad perfecta.Los humanistas valoraron altamente las lenguas vulgares, y, no pocas veces, las emplearon en sus mejores escritos. Un buen ejemplo son los Ensayos del francés de origen español Michel de Montaigne.Un subgénero muy frecuentado, tanto en latín como en vulgar, será el diálogo, suerte de imitación de los platónicos, en los que no está ausente la tradición medieval del debate. Buenos ejemplos son los escritos por los hermanos españoles Alfonso (Diálogo de las cosas acaecidas en Roma) y Juan de Valdés (Diálogo de la lengua).

4.1 Introducción.


En la transición de la Edad Media a la Edad Moderna, es fundamental un paso casi insignificante de la técnica: la innovación de los tipos móviles en la imprenta (1449). Ese paso, que de puro lógico nos parece ridículo, abarató y aceleró de manera increíble la producción de libros, ventaja que fue rápidamente aprovechada por los humanistas, que desprovistos de la capacidad económica de los monasterios, habían visto, hasta la fecha, poco difundidas sus publicaciones.
Son los humanistas los creadores del Renacimiento. Reciben su nombre por su querencia por los studia humanitatis; es decir, el estudio de las ciencias que atañen al hombre -gramática, retórica, etc.-, más que las que se le dedican a Dios -teología-. Con la ayuda de la imprenta, podrán difundir sus investigaciones
filológicas, encaminadas a ofrecer al público los textos clásicos en ediciones respetuosas con los originales. Este trabajo dará lugar a una moda artística que busca la imitación del arte antiguo; es decir, su "renacimiento".
En cuanto al Barroco, que se ha incluido en este mismo tema pese a que suele contraponerse al Renacimiento, es mejor entenderlo como una nueva versión de la imitación del arte clásico, en la que prima la forma sobre el contenido (en tanto que en el Renacimiento se prefiere el equilibrio entre una y otro). El
petrarquismo, por ejemplo, que fue la inspiración de los poetas renacentistas, lo seguirá siendo de los barrocos, y sólo su expresión formal será la que varíe.
Finalmente, cabe añadir que, en este periodo, la voz de la mujer se hace oír plenamente. Son numerosas las autoras europeas: la francesa Madame de Lafayette, la inglesa Aphra Behn, la portuguesa Violante do Ceu, etc.

4. La Edad Moderna: Renacimiento y Barroco


sábado, 28 de marzo de 2009

Las mil y una noches.


HISTORIA DEL REY SCHAHRIAR Y DE SU HERMANO EL REY SCHAHZAMAN


Cuéntase -pero Alah es más sabio, más prudente, más poderoso y más benéfico- que en lo que transcurrió en la antigüedad del tiempo y en lo pasado de la edad, hubo un rey entre los reyes de Sassan, en las islas de la India y de la China. Era dueño de ejércitos y señor de auxilliares de servidores y de un séquito numeroso. Tenía dos hijos, y ambos eran heroicos jinetes, pero el mayor valía más aún que el menor. El mayor reinó en los países, gobernó con justicia entre los hombres, y por eso le querían los habitantes del país y del reino. Llamábase el rey Schahriar. Su hermano, llamado Schahzaman; era el rey de Samarcanda Al-Ajam.
Siguiendo las cosas el mismo curso, residieron cada uno en su país, y gobernaron con justicia a sus ovejas durante veinte años. Y llegaron ambos hasta el límite del desarrollo y el florecimiento.
No dejaron de ser así, hasta que el mayor sintió vehementes deseos de ver a su hermano. Entonces ordenó a su visir que partiese y volviese con él. El visir contestó: "Escucho y obedezco."
Partió, pues, y llegó felizmente par la gracia de Alah; entró en casa de Schahzaman, le transmitió la paz, le dijo que el rey Schahriar deseaba ardientemente verle, y que el objeto de su viaje era invitarle a visitar a su hermano. El rey Schahzaman contesto: "Escucho y obedezco." Dispuso los preparativos de la partida, mandando sacar sus tiendas, sus camellos y sus mulos, y que saliesen sus servidores y sus auxiliares. Nombró a su visir gobernador del reino y salió en demanda de las comarcas de su hermano.


Si quieres ver el resto de la historia pincha en el siguiente enlace donde a parte de esta encontrarás otras más. Aquí.

3.4 Literatura en lenguas no europeas.Genji.El collar de la paloma. Las mil y una noches.

La historia de Genji, escrita por la cortesana japonesa del siglo X Murasaki Shikibu, puede ser considerada como la primera novela psicológica de la que tenemos noticia. En ella, lo importante es el desarrollo de la personalidad del protagonista. Su primer equivalente europeo es La princesa de Cleves, de Madame de Lafayette (siglo XVII).
El collar de la paloma es un bella obra cordobesa del mismo siglo, compuesta por Ibn Hazm. Es un tratado sobre la naturaleza del amor, con influencia neoplatónica, y será una fuente importante del "amor cortés" provenzal.
La más famosa colección de cuentos -Las mil y una noches- no fue conocida en Europa hasta el siglo XIX, aunque su transmisión fuera la misma que las de las otras recopilaciones orientales. Recogidas por los persas y transmitidas por los árabes, serán muy celebradas en Europa.

3.3.4 Literatura alegórica. Dante.

La alegoría, en la Edad Media, no es únicamente un recurso estilístico, sino una poderosa herramienta mnemotécnica -en una época donde la memoria lo es todo, pues reside en el corazón ("reCORDar")- y, también, una fuente de conocimiento. Es famosísima la alegoría de las Siete Artes Liberales del citado Alain de Lille, que representa un "carro alegórico ideado por Fronesis (la Sabiduría) para viajar a los cielos y que construyen siete jóvenes (las siete Artes Liberales, atributos de Fronesis): la Gramática hace el timón, la Dialéctica el eje, la Retórica dora las piezas y las cuatro restantes —Aritmética, Música, Geometría y Astronomía— se ocupan de las cuatro ruedas. Los cinco sentidos, como caballos, componen el tiro".
No pocas veces, el pretexto para elaborar estos complejos mundos simbólicos es el "sueño": el autor se adormece y sueña con ideas que se personifican. Un recurso más original para introducir la alegoría de una manera casi imperceptible, haciendo que el lector se adentre descuidado y caiga de repente en la cuenta de que los símbolos lo rodean, es el que emplea magistralmente Berceo en su introducción a los Milagros de Nuestra Señora.
Quizás los dos ejemplos de literatura alegórica más acabados sean La Divina Comedia de Dante y el Roman de la Rose de Lorris y Meun. La primera es una visión de ultratumba,con una descripción pormenorizada del infierno, el purgatorio y el paraíso, y una lista exhaustiva de sus ocupantes, en la que no debe excluirse una venganza personal de Dante, un perdedor político. En cualquier caso, la riqueza de sus símbolos y la fortaleza de su estructura literaria explican en parte la fama literaria de la obra.
La segunda, en la primera parte compuesta por Guillermo de Lorris, es un "sueño" con fondo de amor cortés; y una terrible invectiva contra las mujeres en la segunda, de Juan de Meun, que será el comienzo de un larguísimo y supranacional debate sobre la calidad de las mujeres, la "querelle des femmes". En este debate es fundamental la aportación de Cristina de Pizan, con su libro La ciudad de las mujeres (siglo XV).

Petrarca.


Soneto CCXCII


Los ojos de que hablé exaltadamente

los brazos, pies y rostro que no olvido,

que me habían a mí mismo dividido

y hecho desemejante de la gente;


los crespos rizos de oro reluciente

y el sonreír angélico encendido

que almundo en paraíso ha convertido,

ahora son poco polvo que no siente.


Yo en cambio vivo, y ello me impacienta,

privado de la luz que amaba tanto,

en desarmado leño con tormenta.


Aquí concluya mi amoroso canto,

que a mi ingenio su vena no alimenta

y mi cítara entona sólo su llanto.



Soneto CXXXIV


Paz no encuentro, y no tengo armas de guerra;

temo y espero; ardiendo, estoy helado;

vuelo hasta el cielo, pero yazgo en tierra;

no estrecho nada, almundo así abrazado.


Quien me aprisiona no me abre ni cierra,

por suyo no me da ni me ha soltado;

y no me mata Amor ni me deshierra,

ni quiere verme vivo y acabado.


Sin lengua ni ojos veo y voy gritando;

auxilio pido, y en morir me empeño;

me odio a mí mismo, y alguien me enamora.


Me nutro de dolor, río llorando;

muerte y vida de igual modo desdeño;

en este estado me tenéis, señora.

3.3.3 Poesía. Amor cortés. Debates. Lais.

Puede decirse, sin temor a errar demasiado, que el nacimiento de la poesía moderna tiene lugar en la Edad Media, en la Provenza, hacia el siglo XI. Las temáticas, la métrica y el contexto poético no variarán sustancialmente hasta la revolución estética del siglo XX.
En síntesis, la poesía trovadoresca provenzal es un movimiento literario de extraordinaria fuerza expansiva por toda Europa. Se basa, grosso modo, en la aplicación de la ideología feudal a la relación entre el poeta y el objeto de su poesía, una mujer que no es su esposa.
Numerosos nobles, como Guillermo de Aquitania, y no pocos burgueses, se entregan a esta nueva moda poética. También descuellan las mujeres. Precisamente, María de Francia cultiva un subgénero mixto entre lírica y épica, los "lais", en los que se relatan con tono emotivo breves aventuras caballerescas.
La influencia provenzal sobre la cercana Italia dará lugar, en los siglos XIII y XIV, al nacimiento del Dolce Stil Nuovo, corriente poética que afianza el concepto de la poesía como conocimiento: la contemplación extática de la belleza de la amada es un avance de las maravillas celestes (Lo que remite a Platón y a su mundo de las ideas). Su representante más conocido es, sin duda, Petrarca: su Canzoniere será el libro de cabecera de los poetas europeos de los siglos venideros.

3.3.2 Teatro. Los autos medievales.

Es tan escaso el número de obras del teatro medieval que casi se podría hablar de un misterio literario. El analfabetismo generalizado, la valoración de lo improvisado y la decadencia de la cultura urbana no favorecen la conservación por escrito de los textos. En cierto modo, las obras teatrales podrían haber sido los verdaderos textos malditos de la Edad Media, muy por encima del libro segundo de la poética aristótelica.
Hay restos de un teatro sacro poco desarrollado, en el que se miman momentos claves del evangelio (Quem quaeritis, sobre la resurrección) o se dramatizan piezas proféticas (las Sibilas) o alegóricas (Ordo Virtutum). En las más complejas, el papel de la música es determinante: la más conocida es el Ludus Danielis, que narra el festín de Baltasar y la caída de Babilonia ante las tropas del persa Darío.
El teatro profano es mucho más exiguo. Quizás la pieza más importante sea el Jeu de Robin y Marion, una "pastorela", con varias partes puestas en música por Adam de la Halle.

Boccaccio: Decamerón.


Para saber algo sobre Giovanni Boccaccio pincha en el siguiente enlace aquí.


Giovanni Boccaccio (1313 – 21 de diciembre de 1375), fue un escritor y humanista italiano. Es uno de los padres, junto con Dante y Petrarca, de la literatura en italiano. Compuso también varias obras en latín. Es recordado sobre todo como autor del Decamerón.


Para poder leer la obra de Boccaccio, El Decamerón pincha aquí.

Chrétien de Troyes. El caballero de la carreta


Fragmento de El caballero de la carreta:

"Y a que mi señora de Champaña quiere que emprenda una narración novelesca, lo intentaré con mucho gusto; como quien es enteramente suyo para cuanto pueda hacer en este mundo. Sin que esto sea un pretexto de adulación. En verdad que algún otro podría hacerlo, quien quisiera halagarla, y decir así -y yo podría confirmarlo- que es la dama que aventaja a todas las de este tiempo; tanto como el céfiro sobrepasa a todos los vientos que soplan en mayo o en abril. ¡Por mi fe, que no soy yo el que desea adular a su dama! ¿Voy a decir: <>? No, en verdad. Nada de eso diré, por más que, a pesar de mi silencio, sea cierto. Sin embargo, voy a decir simplemente que en esta obra actúan más sus requerimientos que mi talento y mi esfuerzo."


En este pequeño fragmento de El caballero de la carreta, se muestra claramente como Chrétien de Troyes está haciendo este libro porque su amada se lo ha pedido, es una clara muestra del amor cortés.

3.3.1 Narrativa: Las materias. Narrativa culta. Cuentística.

Como herencia del mundo clásico, la narrativa medieval se compone, sobre todo, en verso; y se agrupan las obras en "materias", es decir, temáticas; las más importantes son las siguientes: la materia de Grecia y Roma, la de Francia y la de Bretaña.
Esta última se origina en la citada Historia de Godofredo de Monmouth, y su autor más importante es Chretien de Troyes (siglo XII), al servicio de María de Francia, en la corte de Champaña: sus novelas más conocidas son Lancelot, el caballero de la carreta, y Perceval o el Cuento del Grial.
El enorme éxito de la novela caballeresca, ligada fuertemente a los postulados del amor cortés -en especial, el amor adulterino-, acabará por dar nacimiento a los famosísimos libros de caballerías, ya al final de la Edad Media.
En el siglo XIV se crean las primeras novelas propiamente dichas, en prosa y de breve contenido, por lo que se agrupan en colecciones. La más famosa es, sin duda, el Decamerón de Giovanni Boccacio. Si en ésta el pretexto para narrar historias agradables es entretener el tiempo en una villa de las afueras de una Florencia tomada por la peste, en los Cuentos de Canterbury, de Chaucer, es la de aligerar el camino de los romeros que se dirigen a venerar las reliquias de Santo Tomás Becket.
En general, el gusto por el relato breve y moralizante es común de toda la Edad Media. Prevalece la idea de la "pildora dorada": la medicina -la moraleja- se toma mejor si se endulza con azúcar -si es el colofón de un gustoso cuento-. Para satisfacer este afán, se importan numerosas recopilaciones de cuentos orientales, que se organizan y trabajan para crear espejos. Una de las leyendas más fructíferas será la de Buda: el príncipe al que se le ha evitado todo conocimiento del dolor humano, y que lo descubre brutalmente ante un cadáver.

3.3 Literatura europea en lenguas vernáculas.


Fuera de la épica, sólo conservamos obras en lengua vulgar desde el siglo XI. Es la literatura románica, que coincide con el auge de ese estilo arquitectónico. En ella es determinante el papel de la mujer, como personaje, modelo, mecenas, musa y, más raramente, como autora.
Cómo un ser que antes había sido considerado un animal sin alma logra ese papel preponderante en las letras europeas, es difícil de explicar. Parece que, en cierto modo, el igualitarismo de la herejía cátara, que se originó y extendió en la Provenza, la tierra del amor cortés, tuvo algo que ver.
La iglesia católica respondió -aparte la espada y la hoguera- con el ensalzamiento de la Virgen María, que hasta entonces había tenido un lugar muy secundario en el cristianismo. Y aunque la Virgen fuera un modelo inalcanzable, al menos otorgaba una naturaleza benigna a lo que toda mujer compartía con ella, su femineidad.

3.2 Literatura en lengua latina.


Como ya se ha dicho tantas veces, la literatura europea de la Edad Media es, ante todo, literatura latina. El latín, que ya no es la lengua de comunicación usual entre los europeos, sí lo es para el estudio, la política y la iglesia. Es la lengua de la cultura y, como tal, sirve para que todos los cultos europeos se comuniquen con no mayor dificultad que la lentitud de las comunicaciones de la época.
La relación del latín con la cultura es tan intensa que casi todos los autores conocidos son, antes que nada, letrados en latín, y sus obras en la otra lengua, la materna, son habitualmente excepciones de una producción mayoritariamente latina.
Entre el ingente catálogo, sólo vamos a destacar aquellos libros que se convirtieron en los más conocidos o influyentes: las Etimologías de San Isidoro de Sevilla, la Leyenda Dorada de Jacobo de la Voragine, el Policraticus de Juan de Salisbury, el Anticlaudiano de Alain de Lille o la Historia de los Reyes de Bretaña de Godofredo de Monmouth,entre muchos otros. No conviene olvidar tampoco los famosísimos beatos: los Comentarios al Apocalipsis del Beato de Liébana, libro que se copió una y otra vez y se adornó con miniaturas lujosísimas.
El libro de Juan de Salisbury es fundamental porque constituye el ejemplo más acabado de un speculo medieval, un "espejo de príncipes", es decir, una obra compuesta para enseñar el buen gobierno a los futuros reyes.
El Anticlaudiano es un ejemplo sobresaliente del gusto medieval por la alegoría, y servirá de modelo muy apreciado.
En cuanto a la Leyenda dorada, es una colección de hagiografías (vidas de santos),a veces muy fantasiosa y entretenida. Es fuente primordial en multitud de textos medievales.
La Historia de los Reyes de Bretaña tiene un papel extraordinario en la historia de la literatura porque originó una de las líneas narrativas más fértiles que se conocen, la Materia de Bretaña, o "historia del rey Arturo y de los caballeros de la tabla redonda".
Aparte de estas obras que podríamos llamar serias, la jocosidad medieval dio lugar a numerosos textos cómicos. Quizás los más conocidos actualmente sean los cantos de los goliardos. Otras obras fundamentales con la comedia amorosa Pamphilus de amore y el poema De Vetula, cuya influencia puede rastrearse en obras como el Libro de buen amor y La Celestina. Pincha aquí para leer el libro completo de La Celestina.

3.1 Edad Media Introducción


Con el término Edad Media nos referimosa un larguísimo período de tiempo, que no es ni mucho menos homogéneo, y desde luego, tampoco universal sino estrictamente europeo. Esa denominación tiene un claro matiz peyorativo, porque fue creada por los humanistas, que se consideraban herederos de la tradición clásica, la cual habría sido falsificada por el oscurantismo medieval.

Sin embargo, aunque puedan darse una serie de características más o menos comunes para todo el período (el teocentrismo, el feudalismo, la sociedad estamental...), lo cierto es que también es un período de cambio: la educación se reforma y seguirá vigente hasta el s. XVIII; en las ciudades surge la nueva clase social de los burgueses; la monarquía poco a poco va consiguiendo un poder mayor y menos dependiente de la aristocracia, etc.

En el plano cultural, es, como dice Jorge de Burgos "Una época en la que predomina la recapitulación sobre la investigación: es más importante lo que sabemos por los libros que lo que nos pueda enseñar nuestra experiencia". Así, en la literatura, es más importante el comentario o glosa, la interpretación, que la elaboración de textos originales, que en cualquier caso siempre van a ser una imitación.

3 Literatura en Edad Media

domingo, 15 de marzo de 2009

El cantar de los Nibelungos. Argumento.


El héroe del Cantar de los nibelungos es Sigfrido, un guerrero alemán. Sigfrido da muerte a dos jefes burgundios de la familia de los nibelungos y se apodera de su espada mágica, su tarnkappe, un manto que hace invisible a su portador, y sus reservas de oro, maldecidas por los burgundios en el momento de morir. A continuación se dirige a Worms, la capital de Burgundia, donde conoce a la hermosa Crimilda, hermana del rey Gunther, y se propone casarse con ella. Hagen, un astuto y perverso consejero de Gunther, decide apropiarse del tesoro de los nibelungos y comunica a Gunther y a sus hermanos que Sigfrido ha matado a otros monarcas burgundios y no es hombre de fiar. Sin embargo se gana la confianza de Gunther al ayudar a los burgundios en su batalla contra los sajones. Gunther consiente el matrimonio entre Sigfrido y Crimilda a condición de que éste le ayude primero a derrotar a Brunilda, reina de Islandia, que posee poderes mágicos y sólo ofrecerá su mano a quien consiga derrotarla en combate. Sigfrido y Gunther viajan hasta Islandia con el manto que los hace invisibles. Sigfrido derrota a Brunilda en una lucha cuerpo a cuerpo. Convencida de que es Gunther quien la ha abatido, Brunilda accede a casarse con él mientras Sigfrido se casa con Crimilda.

Hagen convence a Gunther para que le permita matar a Sigfrido, y obtiene el consentimiento del rey al destacar que, aunque Sigfrido no es más que un vasallo, es considerado por todos superior al propio rey. El odio de Gunther hacia Sigfrido crece cuando Brunilda descubre en parte que su matrimonio es fruto de un engaño.

Hagen asesina a Sigfrido en el curso de una cacería real. Crimilda jura vengar la muerte de Sigfrido, pero no tiene ningún poder porque Hagen se apodera del tesoro de los nibelungos que Crimilda ha heredado y con el que se proponía formar un poderoso ejército. Hagen esconde el tesoro en un lugar secreto del Rin. Trece años más tarde, Crimilda se casa con Atila, rey de los hunos. Al cabo de unos años consigue atraer a Hagen, Gunther y sus seguidores hasta la corte de Atila, y los mata a todos. Crimilda es asesinada por un héroe alemán, Hildebrand, horrorizado por el asesinato de los burgundios. El tesoro de los nibelungos continúa enterrado en el fondo del Rin y Hagen se lleva a la tumba su secreto.

Aunque los sucesos y personajes del Cantar de los nibelungos están inspirados en remotos acontecimientos históricos, el poema los adapta al mundo cortesano y los sitúa en escenarios geográficos conocidos. Fue una de las epopeyas medievales germánicas más populares hasta el siglo XVI.
Bibliografía:
Biblioteca de consulta Encarta

El cantar de los nibelungos. (Nibelungenlied).


El Cantar de los nibelungos es un poema épico de la Edad Media, escrito sobre el siglo XIII, anónimo, de origen germano, dividido en 39 cantos.

También es conocido como Nibelungenlied (del alemán, idioma en que está escrito, literalmente significa Canción de los nibelungos) o Nibelunge Not (por las palabras que aparecen en el último verso del manuscrito hallado en Hohenems, Suiza, que significaría Pena o necesidad de los nibelungos).

Este cantar de gesta reúne muchas de las leyendas existentes sobre los pueblos germánicos, mezcladas con hechos históricos y creencias mitológicas que, por la profundidad de su contenido, complejidad y variedad de personajes, se convirtió en la epopeya nacional alemana, con la misma jerarquía literaria del Cantar de mío Cid para España o el Cantar de Roldán en Francia.

El poema contiene elementos de las mitologías escandinava y germánica y relata la historia temprana de Burgundia. Existen numerosas versiones del material contenido en el Cantar de los nibelungos. La principal es la epopeya islandesa conocida como Volsunga Saga, basada en elementos mitológicos y primitivos. El Cantar de los nibelungos, relata más elementos históricos.


El compositor alemán Richard Wagner tomó partes de las dos versiones para su tetralogía operística Der Ring des Nibelungen, El anillo del nibelungo, un poema profundamente trágico basado en el tema del destino y la transformación de la dicha en dolor

Literatura alemana.


Evolución de la literatura alemana hasta la épica, El cantar de los nibelungos.


Literatura alemana, literatura escrita en lengua alemana desde el siglo VIII hasta nuestros días, incluidas las obras de autores alemanes, austriacos y suizos. Se suele dividir en periodos que corresponden generalmente con el desarrollo de la lengua alemana y el crecimiento y unificación de Alemania como nación.


PERÍODO DEL ANTIGUO ALTO ALEMÁN


(800-1100). La obra literaria más antigua que se conoce en alemán es el poema épico Hildebrandslied (El cantar de Hildebrand), del que ha sobrevivido un fragmento fechado alrededor del año 800. Esta obra describe, en versos aliterativos en bajo y alto alemán, el enfrentamiento y el inicio de una batalla entre el héroe legendario Hildebrand y su hijo. Otras leyendas tratan de personajes heroicos como Teodorico, rey de los ostrogodos; Atila, rey de los hunos; y Sigfrido, al que algunas autoridades en la materia identifican con el jefe germano Arminio, que derrotó a los romanos el año 9 d.C. en el bosque de Teotoburg, en la baja Sajonia.

El cristianismo, que fue la fuerza dominante en la literatura alemana desde el siglo IV hasta el XII, renegaba de esta tradición pagana. En la temprana fecha de 381, Ulfilas, obispo de los godos, tradujo la Biblia a su lengua vernácula, y un sacerdote anónimo escribió Muspilli (900), un poema aliterativo en dialecto bávaro que describe la destrucción del mundo por el fuego el día del Juicio Final. Otra obra importante, escrita en antiguo bajo alemán, es el poema épico Heliand (siglo IX), en el que Cristo es representado como un príncipe germánico y sus discípulos como súbditos feudales.

Bajo el dominio del franco Carlos Martel se fundaron muchas abadías, entre ellas la famosa de Sankt Gallen (ahora en Suiza) y la de Fulda en Alemania. En estas abadías los monjes preservaron la literatura antigua tanto como la historia de su propia época. Sin embargo, durante este periodo la mayoría de las obras literarias fueron escritas en latín, usándose el alemán principalmente para traducciones de la lengua antigua. Un ejemplo de poema épico escrito en latín es el Walthariuslied (Cantar de Walter, 930?) de Ekkehard, el abad de Sankt Gallen, que cuenta la fuga del héroe Walter de la corte de Atila y su boda posterior. Además de poemas épicos como éstos escritos para las cortes palaciegas, durante los siglos IX y X se desarrolló una literatura oral popular. De ella formaban parte cuentos y baladas que hasta aproximadamente el siglo XIV no se fijaron por escrito.


PERÍODO DEL MEDIO ALTO ALEMÁN (1100-1370)


Mientras los escritos en prosa y el teatro se presentaron casi siempre en forma de obras didáctico-religiosas durante toda la edad media, la poesía se desarrolló como un modo de expresión secularizada, y aparecieron las formas épicas, líricas y satíricas, que daban voz a las virtudes de la caballería y del amor cortés. Los Spielleute, o juglares itinerantes, entretenían a sus oyentes con historias de aventuras basadas a veces en las experiencias de los guerreros que volvían de las Cruzadas. Entre los poemas épicos de este periodo, el más notable fue König Rother (El rey Rother, 1150?). Otro estilo importante fue la epopeya cortesana, que alcanzó su forma más elevada en las obras de Hartmann von Aue (1170?-1235?), Gottfried von Strassburg, Wolfram von Eschenbach y Hendrik van Veldeke. Aunque las obras de algunos escritores franceses como Chrétien de Troyes y otros, sirvieron de modelos para los poemas épicos alemanes, los escritores alemanes expresaron sus propios ideales, encontraron su propia forma y estilo, y muy frecuentemente añadieron profundidad a las narraciones. Una variación de la epopeya cortesana fueron los poemas épicos en los que la figura central era un animal. Reineke Fuchs (Reineke el zorro, 1180?) de Heinrich el Glîchesaere, es el mejor ejemplo. El más importante de los poemas épicos germanos es el Nibelungenlied (Cantar de los nibelungos), que un autor desconocido puso por escrito a principios del siglo XIII.

Épica. Otras características.


La intriga

La intriga es la trama o argumento, lo que pasa, lo que se cuenta. La forman los sucesos, expuestos en orden artificial o artístico.
La intriga se puede mostrar en el discurso de dos modos:
Desde el comienzo: la sucesión de los acontecimientos parte de un embrión de historia que se desarrolla en una sucesión lineal.
En su transcurso: en pleno nudo argumental, con posteriores retrocesos; el argumento no se desarrolla linealmente.
Si el discurso sigue un orden regido por una cronología o temporalidad objetiva, la intriga tiene una estructura lineal. Cuando se altera el orden de los sucesos, la intriga se presenta como discontinua o no lineal. Cuando la intriga se ofrece linealmente, es decir, cuando la relación de los sucesos es acorde con la sucesión lógica de la temporalidad objetiva, la estructura de la intriga progresa hasta alcanzar un momento culminante, llamado clímax argumental. En las novelas de intriga lineal, el clímax es el momento de resolución definitiva y estable del proyecto emprendido.

El personaje


El héroe épico tiene un objetivo o ideal concreto y ha de superar una serie de obstáculos para alcanzarlo. Puede tener contactos con una divinidad (misión), especialmente en la épica grecolatina. Mantiene actividad guerrera y, a menudo, se da el peregrinaje meramente funcional, pero también puede aportar una significación. El nombre de los personajes es un primer rasgo caracterizador, esta caracterización puede ser muy elemental cuando es sólo designativa. Pero el nombre puede caracterizar también de un modo expansivo (y no sólo designativo).

La caracterización


Caracterizar a un personaje es dotarlo de atributos materiales, temperamentales, morales, ideológicos, etc.
Ésta puede ser de dos modos: directa e indirecta. Es directa cuando explícitamente se dice cómo es el personaje y así suele ocurrir en la épica, donde hay abundancia de epítetos referidos al personaje, tanto en la épica clásica como en la medieval.

El espacio


El relato evoca un complejo de experiencias humanas determinadas en el tiempo y en el espacio. El espacio colabora decisivamente en la configuración positiva o negativa del personaje. En la épica se puede dar el espacio único, pero es más común un relato itinerante.

El tiempo


La literatura es un arte temporal. Los distintos estratos de temporalidad se podrían resumir así:
Temporalidad externa o extratextual. Como su nombre indica, es la que se refiere al momento de producción y de consumo de la obra. Habrá, por lo tanto, un tiempo del escritor y un tiempo del lector, que pueden ser o no contemporáneos.
Temporalidad interna o textual. Ésta, por su parte, está íntimamente relacionada con el contenido de la obra. Así, distinguiremos un tiempo de la aventura (El tiempo de la historia, de lo contado), un tiempo de la escritura (Orden en que se narran los sucesos. Si este orden coincide con el tiempo de la aventura, estaremos ante un discurso lineal; si no, ante un discurso discontinuo) y un tiempo de la lectura; es decir, tiempo necesario para que la obra sea leída....
Es un tiempo muy contraído en la mayor parte de las obras, pero siempre suele ser alrededor de 10 o 20 min.

El punto de vista


Se trata de analizar el punto de vista del autor con respecto a lo que nos está contando. Atendiendo a la persona que cuenta la historia y al grado de intervención y conocimiento de la acción, puede establecerse el siguiente esquema:

Tercera persona limitada: El autor se refiere a todos los personajes en tercera persona, pero describe sólo lo que puede ser visto, oído o pensado por un solo personaje.

Tercera persona omnisciente: El autor presenta a los personajes en tercera persona y describe todo lo que los personajes ven, oyen, sienten e incluso hechos en los que no hay presente ningún personaje.

Tercera persona observadora: El autor narra como si contemplara los hechos, pero sin poder adentrarse en el interior de los personajes.

Primera persona central (narrador protagonista o autobiográfico): El personaje principal, en primera persona, cuenta su propia historia.

Primera persona periférica: Un personaje secundario narra en primera persona la historia del protagonista, la cual conoce por estar igualmente involucrado.

Primera persona testigo: Un testigo de la acción que no participa en ella directamente, narra en primera persona los hechos.

Segunda persona narrativa: Recurso utilizado por la novela moderna. El autor narra en segunda persona, generalmente para introducir al lector en la mente del personaje o crear una sensación de falso diálogo del protagonista consigo mismo.

Épica. Subgéneros de la épica.


El género épico o narrativo se encuentra en todas las literaturas, pues es un género esencial, y se puede dar y se ha dado históricamente en formas muy diferentes.

Los sumerios (Epopeya de Gilgamesh), griegos (Iliada, Odisea), romanos (Eneida) e hindúes (Mahabarata, Ramayana) compusieron epopeyas en torno a las hazañas de un héroe arquetípico, que representaba los valores tradicionales colectivos de una nación, y otros personajes como dioses y hombres, incluyendo además elementos fantásticos.

La epopeya se denominó en la Edad Media europea cantar de gesta, y en ella empezaron a escasear más los elementos divinos y fantásticos. Francia compuso la mayoría de ellas y las más influyentes, entre las que destacó la Chanson de Roland o Cantar de Roldán. En España se compuso el Cantar de Mío Cid, entre otros. Los alemanes compusieron el Cantar de los Nibelungos y los sajones el Beowulf. En Inglaterra, no llegaron a reunirse leyendas dispersas en torno a Robin Hood, pero se escribieron en prosa historias sobre un hipotético rey llamado Artus o Arturo. En Islandia, las sagas, aunque tienen un marcado carácter histórico, se emparentan con esta tradición narrativa, sobre todo en las sagas arcaicas como la Volsunga Saga.

Con el paso a los tiempos modernos, la epopeya empezó a estar protagonizada no por héroes y dioses, sino únicamente por personas vulgares cuya única hazaña era la supervivencia o conseguir una mejor condición social; de igual manera, las hazañas fantásticas fueron sustituidas por una tendencia realista. Ésa fue la gran contribución de novelas como la anónima novela picaresca española El lazarillo de Tormes y, sobre todo, las dos partes del El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha de Cervantes, que desacreditaron por completo los restos de epopeya que venían de la Edad Media, encarnados por los llamados libros de caballerías. El Quijote supone, pues, el nacimiento de la novela moderna realista y polifónica, escrita en prosa y cuyos protagonistas son personas vulgares y corrientes que se mueven en ambiente realista sin hechos sobrenaturales y sin que intervengan los dioses. Este tipo de novela se desarrolló extraordinariamente en el siglo XIX, cuando la burguesía lo tomó como modelo para exponer sus inquietudes y como espejo de su nueva ideología materialista. La novela realista del siglo XIX es la epopeya de la clase media o burguesía.

El poema épico culto intenta reactualizar en los tiempos modernos la epopeya griega y romana, sus antecedentes, en un estilo generalmente lleno de reminiscencias y en rima consonante. A este género pertenecen, por ejemplo:
La Divina Comedia, del florentino Dante Alighieri.
Orlando furioso, de Ludovico Ariosto

Épica. Características generales.


Características generales:

1.Pueden basarse en hechos verdaderos o inventados indistintamente
2.La narración se realiza en pasado
3.El narrador puede aparecer en la obra o no, pero no está siempre presente, como en el género lírico, o tampoco desaparece por completo, como ocurre en el género dramático.
4.La forma que se utiliza preferentemente en la obra literaria épica o narrativa es la prosa o el verso largo (hexámetro, verso alejandrino...)
5.Tiende a incluir los demás géneros (lírico, dramático, didáctico) razón por la cual suele ser el que tiene mayor extensión.
6.Puede presentar divisiones en su estructura externa tales como capítulos, epígrafes...
7.Posee las siguientes variantes o subgéneros: epopeya, cantar de gesta, poema épico culto, romance, cuento tradicional, mito, leyenda, relato, novela. Cada uno, a su vez, cuenta con diferentes tipologías o clases de textos, especialmente el mito, el cuento tradicional y la novela. 8.Este puede ser de dos modos: directa e indirecta.

Épica. Introducción.


La poesía épica es un género literario en el cual el autor presenta de forma objetiva hechos legendarios o ficticios desarrollados en un tiempo y espacio determinados. El autor usa como forma de expresión habitual la narración, aunque pueden darse también la descripción y el diálogo. En algunos casos, la épica no es escrita, sino más bien contada oralmente por los rapsodas.
**Rapsoda**: En la Grecia Antigua, período de la historia de Grecia que abarca desde la Edad Oscura de Grecia ca. 1100 a. C. y la invasión dórica, hasta el año 146 a. C. y la conquista romana de Grecia tras la batalla de Corintoun. rapsoda era un recitador o pregonero ambulante que cantaba poemas homéricos u otras poesías épicas.

Esta alternancia de discursos tiene como origen la observación aristotélica de la diferencia entre mímesis y diégesis, es decir, entre narración y descripción